y la verdad camina desnuda

Yo no miento nunca, entre exclamaciones, como dándole más énfasis, ¡Yo no miento nunca!, es una de las últimas entradas (post), obra de Juan Carlos, un compañero del CIE, el Consorcio de Inteligencia Emocional, que se publica en el espacio de internet (blog) de EITB (Euskal Telebista),  una entrada que leo, que habla de la mentira y la verdad,

y también de la manipulación, un proceso que podemos entender en nuestras casas, en nuestras relaciones pequeñas, o a nivel sistémico, cómo funciona la manipulación de masas,

y voy apurando líneas, hasta el final, donde me encuentro un cuento que me gustaría compartir hoy aquí.

Cuenta la leyenda que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
– Buen día – dijo la mentira.
– Buenos días – contestó la verdad.
– Hermoso día – dijo la mentira.

Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
– Hermoso día – dijo entonces la verdad.
– Aún más hermoso está el lago- dijo la mentira.

Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el agua y dijo:
– El agua está aún más hermosa. Nademos.

La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas.
Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo.

Y me quedo pensando en este mundo tan raro, en el que la gente acepta la mentira disfrazada de verdad – si es que eso existe, ojalá sí, me estoy refiriendo a la verdad, claro, y ojalá también podamos acercarnos a ella, me estoy refiriendo a la verdad, claro), y se horroriza de la verdad al desnudo, al verla pasar.

así lo vimos…

y me pregunto hasta qué punto los mayores, papá y mamá, estamos tan adiestrados en esa práctica de la mentira piadosa, el primer escalón de la mentira, en esa escalera de 8 niveles que nos cuenta Juan Carlos, que nos lleva en un espiral ascendente, hacia las promesas rotas, las mentiras intencionadas o instrumentales, el autoengaño, los rumores, la exageración, el plagio y las mentiras compulsivas,

y en ese tipo de atención, que nosotras denominamos atención piedra, que nos lleva a una conversación políticamente correcta, más de lo mismo, decimos lo que se espera de nosotras, rara vez lo que verdaderamente pensamos o lo que sentimos, una atención propia del mundo mineral, tan lejos de la atención propia del ser humano (el ser vegetal y el ser animal están por medio), voy a ver si no me pierdo,

me pregunto hasta qué punto los mayores, los profes y maestras también, no adiestramos a nuestros menores en más de lo mismo, y promovemos una cultura en la que todas nos horrorizamos, y de qué forma, de la verdad desnuda.

si tienes interés en ver cómo influencia el campo de nuestra atención en nuestra forma de conversar, tal vez puedes enlazar con esta entrada titulada «el ser piedra y el ser vegetal», parte integrante de 3 escuchas, el SPOOC de 7 emociones, un curso gratuito de internet en el que compartimos los fundamentos de la responsabilidad emocional, del campo de la atención y del mal trato, convertido en procesos buen trato.

Tienes acceso al inicio del taller en esta dirección y al texto íntegro de 7 emociones en este enlace.

 

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